El Trabajo de las Escorts en la Edad Antigua
El Antiguo Oriente Próximo era el hogar de muchos santuarios, templos o “casas del cielo”, que estaban dedicadas a varias deidades. Estos santuarios y templos fueron documentados por el historiador griego Heródoto, donde El Trabajo de las Escorts sagrada era una práctica común. Desde que existen registros históricos encontramos El Trabajo de las Escorts como un oficio y su origen se remonta al siglo XVIII a.C. en la antigua Mesopotamia, donde ya existían ciertas “leyes” que protegían a las mujeres que realizaban este trabajo. El Código de Hammurabi, ya regulaba los derechos de herencia de todas las escorts. Como vemos, en la antigua Mesopotamia se reconocía la necesidad de proteger los derechos de propiedad de las escorts. En el Código de Hammurabi se hallan apartados que regulan los derechos particulares de las hieródulas.
Por su parte, los antiguos historiadores Heródoto y Tucídides documentan la existencia en Babilonia de la obligación para todas las mujeres, al menos una vez en su vida, de acudir al Templo de Ishtar para practicar sexo con un extranjero como muestra de hospitalidad, a cambio de un pago simbólico.
Registros sumerios, que datan del año 2.400 a. C., son la primera mención registrada de El Trabajo de las Escorts como ocupación. Estos describen un burdel del templo operado por sacerdotes sumerios en la ciudad de Uruk. Este kakum o templo estaba dedicado a la diosa Ishtar y era el hogar de tres grados de mujeres:
Al primer grado de mujeres solo se les permitía realizar rituales sexuales en el templo.
El segundo grupo tenía acceso a los terrenos y atendía a los visitantes, y la tercera y más baja clase vivía en los terrenos del templo.
La tercera clase también era libre de encontrar clientes en las calles.
En la región de Canaán, una parte significativa de las escorts del templo eran hombres. Esto también se practicó ampliamente en la isla de Cerdeña y en algunas de las culturas fenicias, generalmente en honor de la diosa Ashtart.
Los fenicios y griegos de la Edad del Bronce también la practicaban en honor a Astarté, la diosa de la fertilidad y la madre naturaleza. Incluso en Israel se realizaba, aunque estaba prohibida por la ley judía.
Fenicia tenía una situación compleja, ya que atendía a las creencias religiosas de esa civilización mediterránea. Según la tradición, solían realizarse ciertas ceremonias en honor a la diosa de la fecundidad, donde las mujeres se golpeaban a sí mismas y luego ofrecían sus cabellos a la diosa. Quien no quería perderla, debía acudir a un lugar reservado, donde sólo podían entrar ellas y personas extranjeras. En ese sitio estaban obligadas a entregarse la cantidad de veces que fuesen requeridas, y con la recaudación obtenida se adquirían diferentes ofrendas para la misma diosa. Presumiblemente bajo la influencia de los fenicios, esta práctica se desarrolló en otros puertos del mar Mediterráneo, como Erice en la isla de Sicilia, Locri Epizephiri, Croton, Rossano Vaglio y Sicca Veneria. Otras hipótesis incluyen Asia Menor, Lidia, Siria y los etruscos.
También en la Edad Antigua, El Trabajo de las Escorts estaba bien presente en las islas de Cerdeña y de Sicilia, así como en varias culturas fenicias, en las que se practicaba como rito religioso en honor de Astarté. Se sabe que El Trabajo de las Escorts sagrada y clasificaciones similares para mujeres existían en Grecia, Roma, India, China y Japón. Tales prácticas llegaron a su fin cuando el emperador Constantino en el año 320 d. C. destruyó los templos de la diosa y reemplazó las prácticas religiosas con el cristianismo.